sábado, 23 de julio de 2011

Crónicas de Transilvania.

Capítulo V.
Diario de Markus Hass.


20 de Octubre del año de Nuestro Señor 1493.
Abadía de la Sagrada Corona, cerca de Thorns, Inglaterra.
Husayn al Fatin habla en nombre de su clan y se somete a la decisión de la Camarilla. Etrius, representante de los Tremere, deja clara su postura y la de la Camarilla. Los Assamita serán castigados con un ritual que les impedirá realizar Amaranto sobre sus enemigos. Advierte que el ritual será finalizado antes de que acabe nuestro cónclave. Si esto ocurre sin duda los Anarquistas perderán un gran arma, el mayor enemigo militar hasta el momento de la Camarilla desaparecerá.

Hablamos con Etrius y parece sorprendido de que siquiera intentemos convencerle de su error. Obviamente es un antiguo poderoso y su clan es el que más tiene que ganar con la formación de la Camarilla. Posiblemente haya sido una estupidez intentarlo siquiera.
Alexandru sugiere que consultemos a Vykos acerca del ritual pero el Tzimisce no nos sabe aclarar nada en concreto. El ritual debería ser interrumpido pero no sabemos ni dónde se realizará.
Hardestadt vuelve al púlpito y de nuevo ataca las posiciones anarquistas con su ya conocida arenga. Por primera vez, se produce un incidente violento. Una anarquista llamada Tyler con dos cañones de mano descarga sendos fogonazos contra el corazón de Hardestadt y éste cae derribado. Antes de que se levante, Tyler huye a velocidad sobrehumana en el desorden para no volver a ser vista. Los antiguos ordenan que se persiga al asaltante mientras muchos vástagos de ambos bandos critican el ataque. Flaco favor nos hace Tyler o quien quiera que maneje sus hilos. De nuevo mi mirada se desvía hacia Vykos. Mientras Hardestadt se levanta aturdido.

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